Cuando se sacude a un niño, el cerebro rebota de un lado a otro contra los lados del cráneo. Las cabezas de los bebés son muy grandes y pesadas en proporción con el resto de sus cuerpos. Esto causa hinchazón, magulladuras, y hemorragia en el cerebro.
Las posibles consecuencias de sacudir a los bebés o niños pequeños son extremas. Incluyen:
- Daños al cerebro
- Ceguera
- Pérdida auditiva
- Trastornos del habla y del aprendizaje, incluyendo retraso mental
- Ataques epilépticos
Muerte
¿Cuáles son los síntomas del síndrome del bebé sacudido?
Un niño o bebé al que le han sacudido y por tanto tiene presión en el cerebro puede tener síntomas como estos:
- Irritabilidad extrema
- Vómitos
- Poco apetito o problemas para alimentarse
- Dificultades para respirar
- Convulsiones (ataques)
- Letargo (cansancio extremo, falta de movimiento, inhabilidad para mantenerse despierto)
- Piel de color pálido – o azul
- Magulladuras, como por ejemplo las marcas donde se le agarró, en los brazos o pecho
- Una frente que parece más grande de lo normal, o una fontanela que parece sobresalir
- Incapacidad para levantar la cabeza
- Temblores (la temblona)
- Incapacidad para concentrarse o seguir movimiento con sus ojos
- Inconsciencia
- Coma
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